Las vacas doble propósito pueden sustentar la rentabilidad de su ciclo de producción, siempre y cuando desarrolles una gestión estratégica, rigurosa y enfocada en el bienestar animal.

Tradicionalmente, la ganadería doble propósito – de producción de carne y leche – se desarrolla en áreas tropicales, a través de la combinación del ordeño con el amamantamiento de los becerros hasta el destete.

En México, algunas áreas tropicales con gran presencia de este tipo de explotación son Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Hidalgo, Guerrero y Morelos.

No obstante, aunque en menor medida, también se emplea en climas áridos y templados. 

En caso de que ya desarrolles este método de explotación o tengas planeado ejecutar, los siguientes consejos son claves para optimizar los resultados.

1. Suplementación con soluciones inyectables de minerales traza

Las vacas doble propósito pueden tener un manejo intenso debido a que la ordeña es combinada con otros trabajos productivos.

Esto demanda una nutrición óptima, en la cual diferentes minerales traza tienen un rol esencial, como:

  • Zinc: juega un papel clave en la ganancia gradual de peso y el crecimiento.
  • Manganeso: permite que las vacas doble propósito y de otros fines tengan un pH ruminal de niveles óptimos – entre 6.2 y 2.6 -, favoreciendo la digestión y el bienestar en general.
  • Selenio: es fundamental para el aumento de peso, ayuda a producir anticuerpos y genera resistencia a problemas como la mastitis y la metritis. También tiene grandes aportes en términos reproductivos y de optimización de tasas de natalidad.
  • Cobre: tiene la capacidad para mejorar la producción de glóbulos rojos y es especialmente importante para el crecimiento de ligamentos y tendones, así como la producción de energía.

Pero, ¿por qué suplementar con estos minerales a través de soluciones inyectables?

En primer lugar, para mejorar la nutrición de las vacas doble propósito bajo el mejor manejo posible.

Soluciones de este tipo pueden requerir tan solo una dosis única cada 3 meses, como es el caso de Multimin 90.

Por otro lado, las soluciones inyectables garantizan una absorción más rápida, debido a que el complejo entorno del rumen, al igual que antagonistas como el hierro y el azufre, no interfieren en la absorción óptima de los minerales traza, lo cual sí sucede cuando son suministrados de forma oral.

En definitiva, productos como Multimin 90 proporcionan una vía mucho más rápida y precisa de suplementación y restauración, alcanzando niveles óptimos en la sangre en periodos de tan solo 8 a 10 horas.

2. Selección estratégica de las razas de doble propósito

Tanto los estudios como la experiencia práctica han mostrado que los mejores sistemas de vacas doble propósito se fundamentan en el cruce entre razas lecheras europeas y ganado criollo con cebú.

De esta manera, en el caso mexicano, razas cruzadas como Bos taurus y Bos indicus son ampliamente utilizadas para la explotación de doble propósito.

Entre los ganados Bos Taurus encontramos:

  • Pardo Suizo cruzado con cebú; 
  • Angus cruzado con cebú.

En tanto, cruces de Gyr con Holsteinson son comunes en el ganado Bos indicus.

Para seleccionar razas, es importante evaluar las características de las mismas comparándolas con factores medioambientales y desafíos particulares de tu ámbito de producción.

3. Manejo estratégico del recurso forrajero

Además de la suplementación con minerales traza, gramíneas, leguminosas y árboles forrajeros juegan un papel clave en la nutrición de las vacas doble propósito.

Por esa razón, es necesario garantizar un estado óptimo de los recursos forrajeros, lo cual puede mejorar la producción lechera entre un 13% y 20%.

No obstante, debido a la variabilidad nutricional del recurso forrajero y su dependencia de factores como la madurez, la especie de planta y el clima, es recomendable que siempre exista una suplementación proteica.

La cantidad o dosis de suplementación dependerá de la calidad nutricional que esté aportando el forraje y de la frecuencia de consumo.

Para medir este último indicador, puedes trazar un plan de flujo del hato, que ayude a determinar la cantidad de forraje a la cual tendrán acceso los animales.

4. Optimización del proceso reproductivo 

La capacidad de las vacas para cruzarse y concebir un becerro sano cada año, de manera satisfactoria, juega un rol clave tanto en el bienestar animal como en la productividad del sistema doble propósito.

La optimización del proceso reproductivo depende de procesos técnicos tradicionales y un manejo inteligente de la nutrición como mecanismo de preparación.

Una técnica clásica se basa en la observación para detectar el celo con la mayor rapidez posible. Para ello se recomienda, observar a las vacas durante 30 minutos al amanecer y otros 30 minutos al atardecer, ya que en muchos casos el celo se manifiesta durante los periodos del día en oscuridad.

También son de gran ayuda los programas para sincronizar estros en ganado bovino, la no intervención durante el parto (en condiciones normales) y los cuidados posteriores al empadre.

Dentro de esta preparación y gestión, debemos incluir la suplementación con minerales traza como:

  • Selenio: tiene la capacidad de reducir las probabilidades de retención de placenta.
  • Cobre: es un importante agente preventivo de la muerte embrionaria y, al igual que el selenio, de la retención de placenta.
  • Yodo: mejora las tasas de concepción al reducir fallos de fecundación y contribuir con el desarrollo pleno del feto

¡Gracias por acompañarnos hasta aquí! Como ves, un punto clave en muchos aspectos es el aporte de minerales traza, así que te invitamos a que también leas el siguiente post de nuestro blog:

6 aspectos a considerar para una óptima administración de Multimin