¿Está realmente listo tu ganado para la vacunación de toros y vacas? Es una pregunta que siempre le hacemos a los ganaderos cuando los asesoramos y guiamos para el proceso de inmunización.

Y, en muchos casos, la respuesta es negativa. En ocasiones, no se maneja la vacunación como lo que realmente es: un evento crítico que requiere un tratamiento especial de los animales y, sobre todo, preparación. 

A continuación, mencionaremos algunos consejos para mejorar la respuesta a la inmunización que siempre debemos recomendar a los productores.

Suministro óptimo de minerales traza 

Durante diferentes eventos críticos, incluyendo la vacunación de toros y vacas, el requerimiento de minerales traza puede aumentar de manera considerable.

Estos eventos estresantes, además, pueden coincidir con reducción de la ingesta de alimentos, comprometiendo el estado nutricional del animal.

¡Y allí entran en juego los minerales traza! Y también la forma en que los suministramos al ganado.

Al hacerlo de manera oral, la mayoría de los minerales traza se excretan en las heces y en la orina, dificultando su reposición durante acontecimientos críticos como la inmunización.

Por eso, debemos aprovechar los avances en la ciencia de los minerales y optar por suplementos inyectables; una vía mucho más rápida y precisa de restaurar estos oligoelementos, garantizando una ágil absorción y la disposición de niveles óptimos en la sangre en unas 8 horas (J Anim Sci, 90-2692-2698).

En cuanto a los alcances de los minerales traza, como el cobre y el zinc, por ejemplo, en líneas generales incrementan la capacidad inmunológica de los toros y vacas, por lo cual tienen una mejor respuesta ante los virus atenuados o muertos introducidos a través de la vacunación.

Evitar eventos de estrés

Que los animales tengan un incremento sustancial del nivel de estrés junto antes de la vacunación puede ser riesgoso.

En primer lugar, el estrés se convierte rápidamente en un agente que debilita el sistema inmune del animal, haciéndolo mucho más vulnerable a los patógenos e impidiendo que sea resistente a posibles efectos secundarios como el aumento de la temperatura.

Una de las formas de evitar el estrés es trasladar al ganado con muchas horas de antelación al lugar en el cual serán vacunados.

Además, si es posible, intenta que el entorno sea similar al que normalmente conviven y, sobre todo, cuida que la temperatura sea la ideal.

Y es que el estrés por calor generará que el animal pierda el equilibrio biológico y sea mucho más vulnerable durante el proceso de inmunización.

Incluso, esto puede generar cambios inmediatos en el comportamiento del animal, haciéndolo mucho más complejo de vacunar, produciendo incluso episodios de agresividad.

Evaluar la vacunación a animales enfermos 

Se suele recomendar que la vacunación de toros y vacas solo se dirija a aquellos animales del potrero que se encuentren en óptimas condiciones de salud.

Cuando está en medio de un cuadro patológico y de enfermedad, el animal puede no tener la capacidad de levantar las defensas luego del proceso de vacunación.  

Sin embargo, esto no siempre es determinante. En estos casos, el veterinario es quien debe hacer una evaluación exhaustiva para determinar qué es más riesgoso: ¿la vacunación en sí o el potencial contagio de un virus que empeore aún más la situación de salud?

En definitiva, el tipo de patología, la edad del animal y otras características básicas deben ser tomadas en cuenta, pues, aunque suele recomendarse evitar la inmunización durante el periodo de enfermedad, todas estas variables pueden hacer que al final del día sea lo más conveniente.

También tenemos que evaluar la propagación epidemiológica dentro de los espacios productivos: cantidad de animales infectados, casos complicados y velocidad de contagio son otros aspectos que pueden llevarnos a decidir que necesitamos vacunar a una determinada vaca o toro aunque presente un cuadro de enfermedad. 

Para complementar lo dicho anteriormente, un breve pero provechoso checklist a considerar para ese evento crítico:

  • Asegurare de que la vacuna esté refrigerada;
  • Comprobar que todos los equipos e instrumentos estén limpios y aptos para la vacunación;
  • Esterilizar o usar aguja nueva por cada animal;
  • No aplicar medicamentos desparasitarios de manera simultánea.

Por otro lado, después de la vacunación el ganadero, veterinario o encargado tiene que asegurarse de:

  • Que los animales regresen al potrero en calma;
  • Suministrar de inmediato pastura y agua fresca a voluntad del animal;
  • Vigilar cada dos horas el estado y comportamiento del animal recientemente vacunado y, por supuesto, reportar y atender de inmediato cualquier síntoma de riesgo.

Tomar en cuenta todos estos elementos, desde la fase previa hasta la post vacunación de toros y vacas, es fundamental para un proceso de inmunización seguro, efectivo y adherido a los principios de bienestar animal. 

Independientemente de si la vacuna será anti rabia paralítica, brucelosis o cualquier otra amenaza a la salud del ganado, estos aspectos claves tienen que ser considerados.

Para complementar la información que ya tienes en tus manos y conocer sobre otro de los temas más relevantes del agro y la ganadería en la actualidad, ¡sigue atento a las entradas de nuestro blog!