Entender qué es el golpe de calor en bovinos y cómo prevenirlo es fundamental tanto para el bienestar de estos animales como para alcanzar los objetivos de producción preestablecidos.

En México, desde la entrada de la primavera (20 de marzo) y en consecuencia de la época de calor, este se convierte en uno de los principales factores de análisis y monitoreo de la actividad agropecuaria.

Especialmente el verano, entre junio y septiembre, representa la temporada de alerta. Es la época más calurosa, a la cual se suman otras condicionantes como la humedad relativa y la radiación solar, que influyen en las posibilidades de que los bovinos presenten golpe de calor.

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A ciencia cierta, ¿qué es el golpe de calor en bovinos?

No es más que un cuadro de colapso de determinadas funciones básicas o cambios a nivel fisiológico producto de la alta temperatura corporal de los bovinos, derivada de un condicionante ambiental. 

En los bovinos, este estado de shock puede mermar de manera considerable su capacidad productiva e incluso poner su vida en riesgo.

Para entender esto, veamos los síntomas del golpe de calor en bovinos

Síntomas de golpe de calor en bovinos

En general, como recién mencionamos, el golpe de calor en bovinos limita la productividad del animal y en los casos más agudos puede representar un riesgo serio de fallecimiento prematuro de estos animales.

Entre los síntomas comunes y menos drásticos encontramos:

  • Disminución de ganancia de peso, en caso de que se trate de ganado de engorda, debido al estrés metabólico generado por el alza sostenida de la temperatura corporal;
  • Menor producción de leche en las vacas lecheras, a raíz de los cambios fisiológicos;
  • Merma de la capacidad reproductiva producto del estrés. 

En tanto, los síntomas más graves, que van más allá de la productividad y ponen en riesgo la vida, son: 

  • Convulsiones; 
  • Aceleración de ritmo cardíaco, por encima del ritmo normal de 80 a 120 pulsaciones por minuto;
  • Muerte súbita en bovinos, luego de síntomas como falta de apetito, hinchazón y fiebre. 

¿Cómo prevenir el golpe de calor en bovinos?

Algunas buenas prácticas para prevenir el golpe de calor en bovinos son:

  • Proporcionar sombra a los animales;
  • Modificar la alimentación, incrementando la capacidad inmunológica a través de minerales traza y plan de nutrición especializado, recomendado por el médico veterinario;
  • Optimizar el consumo de agua en verano y otras temporada de calor;
  • Emplear sistemas de aspersión por agua y ventilación durante los momentos más soleados y calurosos del día.

En el caso de la nutrición, además de la aplicación de minerales – preferiblemente a través de soluciones inyectables -, el Centro de Educación sobre Bienestar de Animales de Granja de Catalunya, un organismo reconocido en un mercado referencia como el europeo, hace recomendaciones como:

  • Aumentar el aporte de grasa para incrementar la densidad energética de la ración;
  • Evitar un contenido excesivo de proteína total y de proteína degradable;
  • Aumentar la digestibilidad de la fibra,  sobre todo en dietas de alto contenido energético;
  • Distribuir el alimento a primera y última hora del día.

En lo que respecta a los minerales traza, conviene fortalecer el sistema inmune para prevenir el estrés a través de: 

  • Cobre, debido a su capacidad de producir glóbulos rojos;
  • Zinc, ya que brinda protección celular con acciones antioxidantes. Además, en caso de golpe de calor y merma de la ganancia de peso, este mineral puede ayudar a revertir el síntoma;
  • Manganeso: este mineral favorece la digestión y, por lo tanto, la asimilación del plan de nutrición enfocado a evitar el golpe de calor en bovinos.
  • Selenio: ayuda a producir anticuerpos y hace más resistentes a los bovinos a los ataques a su sistema inmune. 

También, es importante regular la actividad física de los animales para evitar el golpe de calor en bovinos.

Durante el verano y otras épocas calurosas, asegúrate de reducir las corridas y también evitar traslados que de por sí generan estrés en los animales.

Conclusión

El golpe de calor en bovinos es un problema prevenible con un seguimiento intensivo y gestión proactiva de la salud del ganado en las épocas de calor.

La nutrición, especialmente, puede ser un agente preventivo, combinando el plan de nutrición con minerales traza de calidad.

A esto debe sumarse el manejo y control del animal dentro de la exploración y su recorrido dentro de los espacios de cría y engorde. 

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