Los minerales traza no pueden ser administrados y gestionados como aditivos, ya que se trata de nutrientes esenciales que deben incluirse en todas las raciones de alimentación del ganado.

La eficiencia con la cual sean administrados y el nivel de calidad de los productos juegan un papel esencial en la dieta y el desempeño del animal en líneas generales.

En este sentido, uno de los temas cruciales que todo veterinario debe vigilar para asesorar de la mejor forma a los productores es la identificación y seguimiento de las etapas o períodos en los cuales el requerimiento de estos minerales aumenta de manera considerable. 

Entre estos periodos, en el caso de las vacas, toros y ganados vacuno, encontramos: 

I. Parto 

Durante esta época, por ejemplo, aumenta el requerimiento de selenio, debido a sus aportes a la salud uterina, impulsando los índices de concepción.

En un estudio práctico y con fines científicos realizado en 2006, se incrementó la dosificación de selenio en las vacas en un periodo 23 días previos al parto, obteniendo resultados muy favorables, como:

  • Menor presencia de fiebre en ejemplares multíparas;
  • Ninguna prevalencia de problemas uterinos en los días posteriores del parte;
  • Mayor producción de leche. 

Otros minerales, como el cobre y su capacidad para reforzar el sistema inmune, son esenciales para el estado de salud en general, permitiéndole a la hembra afrontar de la mejor manera un periodo de alta exigencia como el parto. 

Por ello, el médico veterinario puede evaluar el aumento de su aplicación como medida de optimización de resultados y protección del ganado.

II. Inseminación

También es esencial el nivel y la disponibilidad de minerales traza durante los periodos de inseminación.

Y es que las deficiencias de estos influyen de manera negativa en la fertilidad del animal y la capacidad para generar hormonas reproductivas. 

Esto se debe a que genera atraso de la vuelta a calor, limitando los alcances de los esfuerzos y la inversión en el proceso de inseminación, o incluso de la monta.

La supervivencia del embrión también se ve comprometida por el déficit de minerales traza, e incluso los riesgos continúan al nacer el becerro, en su primera etapa de crecimiento, durante la alimentación lactante.

Calcio, selenio y cobre son solo algunos de los minerales claves para el ganado durante este periodo. 

Además de favorecer funciones reproductivas, hacen más resistente al ganado para el proceso previo de vacunación e inmunización. 

III. Secado

Durante décadas se ha demostrado lo esencial que resulta la etapa de secado, es un tratamiento preventivo en la etapa final de la lactancia, que ayuda a evitar la mastitis y las consecuencias o complicaciones asociadas como:

  • Deshidratación;
  • Pérdida de apetito;
  • Indicios de toxemia;
  • Fiebre;
  • Letargo;
  • E incluso la muerte. 

Una suplementación con minerales, antes y durante la fase de secado, ayudará a evitar la mastitis y proteger el bienestar del animal.

Nutrientes como el selenio, el cobre y el zinc, de acuerdo a un estudio de la revista Journal of Food, Agriculture & Environment, enfrentan los microorganismos que afectan a las glándulas mamarias, como es el caso de bacterias, virus y hongos.

Además de combatir patógenos, fomentan un óptimo funcionamiento del organismo y metabolismo, limitando la aparición y producción de radicales libres (moléculas con uno o más electrones desapareados). 

IV. Embarque

Caídas, contusiones y otros problemas que afectan el bienestar animal e incluso los precios finales de la carne de ganado vacuno forman parte de los accidentes durante los períodos de embarque.

Pero las fallas en rampas, acoplados de camiones y otros aspectos de estructura no son los únicos riesgos durante el proceso. Y, ¿qué hay del estrés al que es sometido el animal? 

Durante este periodo, los biomarcadores del estrés del ganado pueden variar de manera considerable, produciéndose respuestas agudas que se traducen en deficiencias y reacciones desfavorables del sistema inmune.

Por ello, el manganeso, el selenio, el zinc y el cobre, especialmente, son minerales traza esenciales para preparar el organismo del animal. 

De esta manera fortalecemos con antelación la respuesta inmune y enzimas de inmunidad, haciendo menos vulnerable al animal cuando se genere el periodo de estrés producto del embarque.

V. Recepción

Lo dicho anteriormente también puede ser traslado al periodo de recepción del ganado vacuno. 

En esta etapa clave, que define los resultados de un proceso de engorda, necesitamos prevenir complicaciones asociadas al estrés típico de la llegada al rancho y el traslado de los animales.

Además de prácticas básicas como no golpearlos o gritarles, es necesario un manejo intensivo y proactivo de los minerales traza para fortalecer la capacidad inmune, no solo para el evento de estrés inmediato, sino también para el trabajo futuro: inmunización, desparasitación y otros procesos de preparación del ganado.

¡Bien! Si nos acompañaste hasta aquí ya conoces cuándo aumenta el requerimiento de minerales traza en los animales y cómo reaccionan a estos periodos específicos, claves para la actividad productiva. 

Como bien sabes, los requerimientos nutricionales y de minerales no son lineales a lo largo de un ciclo de producción y manejo de ganado, y como médicos veterinarios o ganadores debemos seguir de cerca esta variabilidad para un correcto asesoramiento y la protección del bienestar animal en general. 

Si te pareció interesante este artículo y quieres leer otros contenidos como este, ¡te invitamos a seguir de cerca las entradas de nuestro blog!