La reproducción del ganado es una etapa y objetivo que puede determinar si el ciclo de trabajo y producción es rentable o no.

Se trata de un proceso en el cual debemos preocuparnos por evitar pérdidas y, al mismo tiempo, salvaguardar el bienestar animal.

¿Cómo lograrlo? Entre los aspectos claves que debemos recomendarle a todo ganadero para cumplir con este objetivo están los siguientes: 

1. Aplicación óptima de minerales traza 

Los oligoelementos y minerales traza son esa ayuda adicional indispensable para mejorar la faceta reproductiva del ganado.

Por ejemplo, en el caso del selenio, tiene la capacidad de reducir las probabilidades de retención de placenta.

Los estudios fisiológicos y la experiencia viva nos han demostrado que las vacas expulsan la totalidad de la placenta, normalmente, en un periodo de 12 horas después del parto.

Si sobrepasa este tiempo, se considera como retención, lo cual pone en riesgo la salud y el bienestar del animal, así como su capacidad reproductiva para futuros ciclos.

Otro mineral indispensable para mejorar la reproducción del ganado es el cobre. 

Esto se debe a que es un importante agente preventivo de la muerte embrionaria y, al igual que el selenio, de la retención de placenta.

También podemos destacar el yodo y su alcance para ejemplificar la importancia de los oligoelementos en esta faceta. En este caso, mejora las tasas de concepción al reducir fallos de fecundación y contribuir con el desarrollo pleno del feto.  

En general, la reproducción del ganado está íntimamente relacionada con la alimentación y nutrición, por lo cual un plan de aplicación de minerales traza y soluciones multi oligoelementos forma parte clave del trabajo. 

2. Programación de ciclos de acuerdo a la estacionalidad

La observación del comportamiento de los animales en la ganadería extensiva muestra que las vacas son más propensas a dejarse preñar en épocas de elevada oferta de forraje y agua, producto de la temporada de lluvia.

En cambio, en épocas de alta humedad y sequía, los animales evitan la monta e, incluso, pueden experimentar un estado nutricional deficiente, ya que sus organismos atraviesan un periodo de catabolismo para mantener sus funciones vitales a pesar de una ingesta alimenticia de menor calidad.

Si bien la ganadería intensiva puede mitigar el impacto de esta variabilidad medioambiental y mantener el estado nutricional del ganado durante todo el año con el aporte mineral, la realidad es que resulta una estrategia lógica y sustentable adherirse a estos ciclos estacionales que determinan las preferencias del ganado. 

De esta manera, el ganado no solo estará nutricionalmente preparado para la función reproductiva, sino que tanto hembras como machos están realmente dispuestos a la monta y el servicio. 

En pocas palabras, se trata de combinar lo mejor de los dos mundos: la explotación inteligente y moderna con la actividad agraria tradicional, ajustada al ambiente y el comportamiento del animal. 

3. Mejoramiento genético

Sí, esta es una práctica costosa, que no todos los ganaderos están dispuestos a asumir. Además, si los animales están en óptimo estado nutricional, puede que no sea necesario o que su impacto no sea lo suficientemente significativo para garantizar un elevado índice de rentabilidad. 

Pero también es una realidad que la genética animal ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y este tipo de prácticas pueden mejorar los resultados, sobre todo si se han diagnosticado deficiencias y problemas de la función reproductiva.

Por esa razón, no podíamos finalizar esta lista sin mejorar intervenciones de mejoramiento genético como:

  • Inseminación artificial;
  • Transferencia de embriones;
  • Sincronización a tiempo con hormonas;
  • In vitro.

Es importante recordar a los ganaderos que este tipo de prácticas solo brindarán buenos resultados si los animales se encuentran en buen estado nutricional y cuentan con todos los elementos minerales necesarios para activar la función reproductiva.

Y es que, como su nombre lo refleja, estos tratamientos corrigen problemas genéticos o mejoran condiciones intrínsecas del organismo, más no las deficiencias derivadas de una mala alimentación y aportación de minerales. 

4. Manejo de estrés y bienestar animal en general 

Quizás le tomó mucho tiempo a la explotación ganadera entenderlo, pero por suerte, hoy ya es un consenso global: el bienestar animal, más allá de la responsabilidad social, también incrementa la capacidad productiva y reproductiva.

El confort y el manejo del estrés que se les brinda a los animales no solo es importante para obtener una mejor carne o mayor volumen de leche, sino que también genera un escenario favorable para la monta y protege de impactos negativos en los diferentes órganos que tienen un rol clave en la reproducción del ganado vacuno.

El cuidado en el transporte, la movilización temprana – para evitar horas de intenso calor – y prevenir cualquier forma de agresión son consejos claves que todo actor dentro del agro debe seguir. 

¡Bien! Ahora conoces 4 aspectos que tienen que considerarse para mejorar la reproducción del ganado.

Sin duda, la nutrición y el aporte de minerales es la base de este objetivo, que además crea un escenario favorable para que otras prácticas – como el mejoramiento genético – tengan un mayor alcance.

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